miércoles, 22 de febrero de 2012

ilustraciones y ejercicios literarios

algunas ilustraciones






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Heliópolis y sus 9 Ciudades.




Domingo 14 – 02 – 2010.

“… y en efecto, se vieron tomados por aquella tormenta, y era en realidad, también un ciclón, un remolino inmenso y también un huracán cargado de todas las pestes.”

Lunes 15 – 02 -2010.

Heliópolis no ha desaparecido del todo, aunque en realidad no ha existido nunca…
… Sin embargo, emprendí un viaje en su búsqueda, ordenando primero, los nombres de sus 9 ciudades.

Ojo: Heliópolis no es una ciudad. Heliópolis es sus 9 ciudades:
1)      
      Calíope (la punta).
2)      Súbita (su irrupción).
3)      Sincera.
4)      Prístina (la brillante).
5)      Antigua (la viuda).
6)      Perdida (su inocencia).
7)      Anterior (la mentira).
8)      Olvidada (la siguiente).
9)      Hundida (la última ciudad).

Heliópolis es un octagrama (si quiere, también puede llamarle octaedro) tal que en su centro, se hunde la última ciudad.

Olvidé un día la ruta y no pude volver a encontrarla,
más, no faltaba en medio de alguna selva
(donde las rutas se vuelven marañas),
una huella circular
que me volviera al origen.

Para llegar a encontrarla
no se puede llegar tal cual uno es,
salvajemente desnudo,
animal.
Se debe avanzar
como tal se aventura uno a ir,
en uno mismo concentrado
transformado en empresa
interior y exterior
una sola máquina perfecta.

Heliópolis no es más que un detalle insignificante. Como la palabra “rundolph” que se me apareció escrita a máquina sobre un papel  blanco suspendida, durante varios segundos en un sueño. Una clave de nada, ni un nombre, ni un mandato, ni un país (que el que quiera las junte en la red de otras cacerías. Corran libres delfines sonrientes, no los perseguiré, los alcanzaré quizás, de sólo un flechazo).
Heliópolis, no es más que el dibujo impreciso de un sueño. Un viaje en busca del oro, donde el mapa, el camino, y la misma búsqueda, no son más que los medios lógicos para encontrar el tesoro que en ellos mismos palpita escondido.

 H – E – L – I – Ó – P – O – L – I – S    

V I D R I O - E S P E J O

V             I              D             R             I              O
-
E             S             P             E             J              O

i
El vidrio es una invención
lograda para conquistar la otra parte.

Siempre existe la barrera que franquea
lo ingobernable,

pero, en el vidrio
su-transparencia

No es ilusión.

ii
Lo que trae a este otro lado
podría ser espejo,

rebote que distancia a quien lo mira,

porque sale hacia afuera
lo que estaba al interior.

Es Ilusión.


ii
ESPEJO
El espejo es un elemento divino,
femeninamente divino.
Un ajedrez de bolsillo
para embobarnos el alma.

Es ilusión.

i
VIDRIO
El vidrio es un elemento
de tierra y cielo,
de tierra y  cielo masculinos,
una piedra de cristal en el bolsillo
para embobarles el alma

No es ilusión.

P.D.1.: si usted no se reconoce en el reflejo, entonces rompa el cristal.
P.D.2.: tenga en cuenta que si el reflejo no es suyo, por redundancia, el reflejo no es de su propiedad.
P.D.3.: Destruir la propiedad ajena es un delito sancionado por la ley.

Atte. El Autor.




Verso del primero de enero del dos mil once.


Verso del primero de enero del dos mil once.

Va y viene la brisa


Suavemente acariciándonos dice:


“va y viene la brisa


no muy de prisa


viene y va su suave viento”

Crónico Sobrellevable



Crónico Sobrellevable

lo que nos pasa es una enfermedad
y tu lo sabes

nada grave que pudiera matarnos
algo así del que tiene piojos o pulgas
un brazo más corto que el otro o pié de atleta

llamarle enfermedad a lo que no lo es
es el síntoma que se me agrava cerca tuyo
porque juntos vamos resfriados
paseando por las calles desnudos
desafiando tontamente al frío


jueves 03 de septiembre del 2009

Insistencia Persistiendo Desvelada.


Martes 15 de diciembre del 2009.























Insistencia Persistiendo Desvelada.

No hay día sin día,
no existe.

Busco una luna nueva
sin mirar el cielo,
sin apenas mirar por la ventana.

Trasnoche de un mañana
ciertamente incierto.

Qué barato, y más bien,
qué caro!
este tiempo sin noches,
sin luna,
sin sombras de personas,
como personas sin pasado
que no existen.
Puntos suspensivos,
suspendidos,
en un blanco que no es nada,
y esa nada si es un algo
porque existe,
en ese aire y ese mar
que permiten esos tres puntos flotando.

Como tres estrellas,
tres gaviotas o tres barcos
(titilando es más bello su temblor),
volando o navegando en tu mirada.

Tus ojos en mi memoria trasnochada
en esa noche sin noche
que no existe.